Odio mi código de barras

Ponente: Dr. Pedro Jaén

La formación de arrugas verticales en el labio superior con el paso del tiempo, se debe al fruncido repetido del orbicular de los labios junto al adelgazamiento y deterioro de la piel del labio. Para mejorar esas arrugas se ha recurrido clásicamente a la dermoexfoliación con diferentes procedimientos, tales como peeling con fenol, láserabrasión o dermoabrasión mecánica.

Estos procedimientos obtienen buenos resultados pero requieren un tiempo de epitelización de más de una semana y la recuperación total puede tardar varios meses, además de producir un cambio de color permanente de la piel con mucha frecuencia.

Una alternativa es el tratamiento con relleno, toxina botulínica y procedimientos de exfoliación más superficiales como el láser fraccional.

Lifting químico de la cola de la ceja

La elevación de la cola de la ceja mejora habitualmente la estética de la mirada, de igual forma que en ocasiones se recurre a la elevación del canto externo del ojo mediante procedimientos quirúrgicos para obtener unos ojos más rasgados.

Aplicando correctamente la toxina botulínica para relajar la porción depresora de la cola de la ceja del músculo orbicular y al mismo tiempo relajar la porción medial del músculo frontal podemos producir un “lifting” de la porción lateral de las cejas. Esto no es siempre posible ya que depende de la extensión lateral del músculo frontal, que en algunos pacientes no llega a elevar la cola de la ceja. 

Toxina botulínica en arrugas periorbitarias

La aplicación de toxina botulínica para el tratamiento de las “patas de gallo” es una de las indicaciones más demandada por los pacientes. A lo largo de la charla vemos que la técnica para el tratamiento de el orbicular de los ojos ha ido evolucionando, buscando un efecto más natural y una menor parálisis del gesto en esta zona, al mismo tiempo que buscamos una relajación del fruncido nasal más importante.

Hágame un lifting sin cirugía. Hilos de suspensión

La acción de la gravedad y el paso del tiempo, con la consiguiente flaccidez y pérdida de volumen de la piel del rostro, producen un desplazamiento caudal de los tejidos, que clásicamente se ha resuelto parcialmente mediante el “lifting” facial quirúrgico. En la actualidad disponemos de suturas absorbibles de ácido poliláctico que producen un cierto efecto tensor y que pueden ayudar a reposicionar los tejidos de forma transitoria. Es una técnica sencilla, con poca trayectoria todavía y por tanto con método de aplicación y resultados mejorables, pero que merece la pena conocer.